El portal web PlusEmpresarial comparte cinco aplicaciones que se encuentran, a través del neuromarketing, dentro de la cabeza de tus clientes:
“Imágenes grandes y llamativas:
De todos los sentidos, el cerebro responde más fuerte a lo visual. Además, procesando las cosas que vemos se utiliza por lo menos la mitad de los recursos del cerebro, la otra mitad se divide entre los cuatro sentidos restantes. Las imágenes grandes o videos llamativos captarán mejor la atención.
La música:
Según el tipo de música que elijas en tu negocio, la conducta del cliente cambiará. Por ejemplo, música rápida hará que compren rápidamente y se desplacen más rápido por el local. Música lenta, hará que se tomen su tiempo y “degusten” lo que tienen a la mano.
El aroma: el cerebro responde al aroma y es necesario elegir un tipo dependiendo del rubro en el que estamos. Por ejemplo, aromas relajantes y calmantes (para un restaurant o clínica), aromas excitantes o refrescantes (para una tienda de ropa), aromas suaves de galletas (para una tienda de decoración) o aroma de cuero (para una tienda de zapatos). Dependiendo del olor, el cliente evocará una sensación como la elegancia, la frescura, la libertad.
La luz:
Seas dueño una consultora, una tienda, un spa, un gimnasio o un taller de autos. La iluminación es vital para marcar espacios, destacar productos o atraer al cliente desde fuera. La intensidad, el tipo de iluminación y los colores dependerán del tipo de negocio que tengas. Por ejemplo, una luz suave y tenue a velas en un restaurante de lujo, evocará distinción y calidad en la mente del cliente.
El sentido de amistad:
El cerebro se ocupa más por la supervivencia de uno mismo que por la de los demás. Así, entre la imagen de la empresa y el personal en ella, se debe romper esa sensación de estar fuera de casa y en un lugar ajeno. Crea un vínculo estrecho. Por ejemplo, en una tienda de niños colocar figuras de acción, que las paredes sean de colores, que el personal sea divertido.”
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